Para El Salvador y el mundo. ¿Alguna vez te has puesto a pensar cuantos días te faltan de vida? Es una pregunta extraña para un día como hoy; pero resulta que la parafernalia comercial a veces nos oscurece la esencia de lo que algunas fechas del calendario, podrían llegar a transmitir. Y ese es el caso del día de San Valentín. Sea cual sea la historia de este día, si existió o no San Valentín, la verdad es que hoy muchos países conmemoran el Amor y la Amistad; pero confundiendo una de las más grandes capacidades del ser humano, con las cosas que se pueden encontrar en las tiendas, y olvidando así, el más grande motivo de nuestra existencia, que es la felicidad. Pensamos prioritariamente en las cosas importantes de la vida, como son los estudios, el sustento diario, importantes metas como negocios, el trabajo, las cuentas. En efecto, todo eso es importante, pero a nuestro alrededor hay otras cosas que nos recuerdan un lado sensible en nuestras vidas, como la música, el arte, y días como el día de hoy. Todos tenemos sentimientos, que también son sumamente importantes para nuestras vidas, y pese a ello los tenemos sumamente descuidados, pues no vigilamos los ejercicios necesarios para nuestra alma, ni tomamos medicamentos para el sufrimiento, ni sabemos si padecemos de desnutrición emocional, pero en lo que al cuerpo se refiere si nos cuidamos en mayor o menor grado. Amar es una capacidad y una necesidad de cada ser. El amor no es solo una relación especial con una persona especial. Amar es saberse parte del universo. Sentir la vida fluir. Respetar. Tolerar. Perdonar. En medio de nuestra convulsa sociedad, embebida en sus problemas y su violencia, un mensaje como éste quizá resulta desubicado o superficial. Pero, cuánto se podría lograr con una dosis de tolerancia y de amor. Comprensión para con el pesado que te maltrata, para el que no se fija en el vuelto que te da, con el empleado que comete errores, con tu hijo, con el día caluroso y el pesado tráfico. Y así tarde o temprano, vendrá la que más anhelas: la comprensión hacia ti. ¿Perdonará el ladrón y el asesino? Sabemos que no. Y eso es un hecho sumamente doloroso. Pero mientras no cese el odio y la violencia en los pequeños hechos de nuestras vidas, jamás cambiará el conjunto de nuestra sociedad. No es fácil ser tolerante y perdonar. Pero ahí es donde podemos observar qué poco podrá cambiar el entorno, sino empieza ese cambio a florecer en nuestro interior. Aprovechemos nuestro corto tiempo en este mundo, y construyamos cada uno la felicidad. Di “te quiero” a las personas que quieres... y a las que no. Da hoy el mejor regalo. Da tu sonrisa y ama. Gran Logia Cuscatlán